Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




jueves, 29 de octubre de 2020

Fanatismo

 Lo han vuelto hacer. Otro templo cristiano en la no resuelta multicultural Francia ha sufrido el azote del odio y la intransigencia. Un individuo con arma blanca ha agredido con suerte dispar, a un número indeterminado de personas que se encontraban en ese momento en el interior de la Basílica de Notre Dame, ubicada en el centro de la castigada por el terrorismo Niza.

 Con apenas unos días pasados desde que se oficiaran los funerales por el profesor Samuel Paty, tristemente condenado y decapitado por enseñar las famosas caricaturas de Mahoma que condenaron a Charlie Hebdo, al horror y a la muerte, en una clase de una asignatura denominada instrucción cívica. Qué paradoja.

 El rechazo de la sociedad francesa, frontal contra este tipo de acciones ejecutadas por personas enfermas de odio, incapaces de entender que una opinión por lesiva que pueda sentirse, no es óbice para asesinar a nadie, es extensible a todo el viejo continente. Un rechanzo que es una condena contra personas que pese a vivir en una de las democracias más antiguas del mundo, son incapaces de respetar las ideas ajenas, y lo que es peor, incapaces de entender que en un Estado laico, las obligaciones religiosas no exceden el ámbito del culto, vivido de manera individual o en el seno de sus respectivas comunidades. 

  Hoy toca ser francés, y posicionarse en contra de los que intentan imponer unas ideas medievales de convertir en ley civil los preceptos de una confesión religiosa. Y toca además decirles que no podrán hacer corrosiva su visión teocéntrica de acendrado fanatismo, donde el culto ha de marcarlo todo.  Seguiremos firmes en nuestro compromiso con la racionalidad y la modernidad, esa que hace tiempo separó a la iglesia del estado, aunque algunos no quieran entenderlo.

 

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