Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




jueves, 12 de septiembre de 2024

Excéntricos en la historia

 Con dinero puedo comprarse todo, al menos todo lo material que uno aspire a tener, poseer o vivir. Experiencias como dar un paseo por el espacio, sin ser miembro de tripulación de alguna de las agencias espaciales existentes, ya es posible. 

 El magnate tecnológico Jared Isaacman y la ingeniera aeroespacial Sarah Gillis forman ya parte del elenco de pioneros del espacio, tras completar la arriesgada maniobra de la misión espacial Polaris Dawn, subidos a la Resilience, nombre con el que se ha bautizado este tipo de nave tripulada con forma de cápsula, denominada Crew Wagon, cuya construcción y lanzamiento corre a cargo del consorcio Space X, propiedad del magnate Elon Musk.

 Otro paseo por las estrellas que ya es historia, billete cuyo precio es prohibitivo. Nada nuevo bajo el sol. La historia está llena de hazañas como ésta, protagonizadas por hombres y mujeres cuyo principal mérito siempre fue el tener suficiente dinero como para poder costeárselo.

Musk se une con estas iniciativas al club al que ya pertenece Richard Branson, dueño del Grupo Virgin, el otro gran patrocinador de éstas experiencias en el espacio exterior; lejos de competir, son amigos y viven obsesionados con la idea de agilizar la incorporación del hombre al mundo extraterráqueo, protagonizando y patrocinando páginas que bien parecen sacadas de una novela de Julio Verne.

  Esa mezcla de barroquismo, excentricidad y osadía patrocinada por millones de dólares que parece que les sobra y que son gastados casi por aburrimiento, ese al que suelen abonarse los que tienen demasiado y ya no saben en qué gastar lo que poseen.

 Filántropos a ratos y mecenas, patrocinadores de proyectos que dejan huella,no en vano forman parte de esa estirpe selecta y diminuta de multimillonarios que quisieron dejar impronta de su paso por el mundo, más movidos por el ego que por la aparente generosidad, ese que les autoexige ser centro de atención y comidilla en todos los cenáculos posibles.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Mala educación

 Salen cada cierto tiempo estudios publicados en los medios en los que las conclusiones son, cuando menos sorprendentes.

 El último trataba de indagar en la cuestión de cual es la ciudad española más mal educada, nada menos.

 La empresa encargada del estudio es la Plataforma Preply, conocida por registrar en su app candidaturas de profesores de idiomas con el objeto de buscarles alumnos; el método empleado es una encuesta realizada a más de mil quinientos ciudadanos residentes en diecinueve ciudades españolas. Preguntados por cuestiones tales como cuáles son los comportamientos maleducados que perciben en la calle, las actitudes hacia las propinas o las percepciones sobre la educación tanto de residentes locales, como de pesonas que acuden de visita o por turismo.

 La ciudad ganadora de tan pobre galardón ha resultado ser Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias

 Entre los peores comportamientos reconocibles en la isla,  destacan el  ver vídeos en público a todo volumen o montar bullicio sin consideración alguna. 

 Ninguna de las fuentes consultadas, define cual la tabla de base a la hora de otorgar una puntuación entre las diferentes ciudades, ni por qué el número más alto ha salido en el caso de la isla canaria.

 Si partimos de la base de que esos comportamientos son aprecibles en casi cualquier ciudad española, sorprende el resultado final, casi tanto como el estudio en sí. Vaya forma de llamar la atención.

 Pero bueno, según otro estudio efectuado con ayudas tecnológicas y con inteligencia artificial, la ciudad más fea de toda la Comunidad de Madrid es casualmente en la que yo vivo, Valdemoro.

 Estudios pintorescos, hechos uno no sabe bien para qué, si para llamar la atención o por otras razones que se nos escapan. Desde luego llaman la atención, tanto como para haber dado un argumento para escribir una entrada en este blog.


 


 

 

martes, 10 de septiembre de 2024

Fantasías

 Dana Scally, la famosa detective de fenómenos paranormales en la serie The X files vuelve a estar en el alero, más bien la actriz que interpreta al personaje de ficción, en su faceta de escritora. Gillian Anderson ha publicado un nuevo libro, Want, sexual fantasies by anonimous, (DTV), en el que recopila cartas anónimas de mujeres que relatan en sus misivas sus fantasías sexuales.

  Más allá del éxito de la publicación, garantizado, pocas cosas mueven más interés que el sexo, el libro busca convertirse en una especie de experimento sociológico, en el que mujeres de toda edad y condición narran sus fantasías más ocultas, amparadas por el anonimato en sus relatos. 

 Sean realidad o ficción, siempre llaman la atención estás cuestiones, donde lo íntimo sale a flote; de presumible consumo femenino mayoritario, aunque es de esperar que el libro llame la atención del público masculino, más allá del morbo que siempre despierta saber los deseos ocultos del sexo  opuesto.

 Reconozco que estas cuestiones me dejan un poco frío, quizá por entender que el erotismo no sólo ha de asociarse a una situación dada o a un espacio concreto. No siento morbo por tener sexo en un avión, en una probador de tienda de ropa o el asiento trasero de un coche. El morbo lo asocio a la persona con la que cohabito, con la que copulo; es ella la que da alas a mi imaginación, sin ser el continente un actor de primer nivel, tan solo un mero y simple decorado.

 Cosas del deseo y de la proyección del mismo sobre una persona, una mujer en este caso. Mi fantasía y su pasión son ella, independientemente del dónde o del cuándo.


La piscina

 La piscina languidece. Da lástima ver a la socorrista, haciendo crucigramas o mirando el teléfono móvil. cambiando de sitio, dejando de ese modo huérfana su silla con su sombrilla, tan vacía como las aguas del estanque donde hasta hace apenas unos días se bañaban niños  y mayores.

 La bajada de temperaturas, con mínimas muy bajas que hacen que el ambiente se mantenga fresco durante buena parte del día, no se compensa con la llegada del sol, que luce tan alto como siempre. Los termómetros apenas superan los veinticinco grados, temperatura más que agradable aunque no invite al baño.

 Para colmo de males, el comienzo del curso escolar, con la obligada comparecencia de los menores a las aulas, ha terminado por eliminar de sus accesos a sus siempre leales usuarios. Sin niños y sin adultos, no tiene sentido mantenerla abierta hasta el día quince de este mes, como suele ser lo habitual.

  Es el comienzo oficioso de la nueva estación. En realidad el otoño sólo se inicia cuando la piscina cierra hasta el verano próximo. Es como un asalariado por cuenta ajena,fijo discontinuo, con tres meses de actividad a lo largo del año.

lunes, 9 de septiembre de 2024

Vida diaria

 Cantera de acontecimientos, no hay mejor lugar para buscar argumentos, las musas se alimentan de lo convencional y de lo rutinario.

 El secreto está en ser capaz de darle salida. No es tanto el argumento como el formato; la lucidez para ponerlo por escrito no es tan simole como parece.

 Contar lo corriente. Fuente inagotable de historias. Nada como la realidad para alimentar la fantasía. No hay que irse más lejos.

 

sábado, 7 de septiembre de 2024

Secret Valley

 Hoy toca ponerse un tanto nostálgico y volver a uno de los recuerdos de infancia, asociados a una canción de melodía dulce que era la cabecera de una serie  australiana, emitida por la televisión pública española a comienzos de los años ochenta.

 Secret Valley (Valle secreto), contaba la historia de Dan McCormack, dueño de una propiedad acosada por los especuladores inmobiliarios, que se convierte en un campamento de verano para chicos, que inventan mil y una truquiñuelas para conseguir su propósito.

Aventuras infantiles, disputas con la banda del araña, un grupo de infiltrados que tratan de estropear todas y cada una de las iniciativas que se promueven dentro del campamento.  

 Era el plato final de la programación infantil de comienzo de la semana, los lunes por la tarde, cuando la televisión era de acceso limitado y sólo dos canales cubrían los horarios de entretenimiento e información.

 Recuerdos de otra época, practicamente arcaicos en la era digital,de internet y la AI.

  La cabecera de la serie usaba un tema basado en la popular canción australiana de finales del siglo XIX: Waltzing Matilda.

 Series como esta, que además de cumplir su principal cometido, el de entretener, educaban en valores, sin obviar las dificultades que la vida adulta nos iba a plantear. Ahora que tenemos a nuestros hijos en burbujas protectoras y controlamos su dieta, pasos, juegos y contenidos visuales hasta el hartazgo, yo me comparo con ellos y con ocho años veía la televisión sin el control que hay ahora, más allá de que mis padres me censuraran los contenidos para adultos, que además se emitían cuando ya me encontraba en la cama.

 El tema daría para mucho, pero no es el objetivo de esta entrada en el blog. Me dejo de llevar por la melodía, con una sonrisa en la cara,con recuerdos que se amontonan en mi cabeza, porque I know a place where it all comes true...

 https://www.youtube.com/watch?v=3uYu8rr3zzI