Como el fondo de un río.
Légamo pegajoso que se asienta y camufla lo que rodea y enturbia las aguas cuando se agita.
Todo lo que se revuelve, tras un tiempo de apogeo, se asienta, y vuelvo al limo, para sedimentarse en lo más profundo y devolver la claridad a las aguas.
La vida es como las aguas de un río, que aunque bajen revueltas, tienen momentos de reposo y luz, en contraste con otros de turbulencias y agitación. Vaivenes sin los cuales pierde todo el sentido decir que se está vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario