Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 6 de octubre de 2023

Desidia

 Apenas si ha comenzado el mes de octubre y ya están llenos los escaparates de las tiendas de juguetes y los bazares de material y disfraces de Halloween. Celebración religiosa y cristiana de importación, que convierte a estas fechas en el calendario en una especie de segundo carnaval, auténtico contrastre con el transfondo de la muerte y los difuntos, que tanta solemnidad y rigor siempre han tenido aquí.

 Precisamente hace once años escribía yo una de mis primeras entradas de este blog, hablando sobre este tema; lo que no sabía es que poco días después, volvería a tratar del mismo asunto, pero por razones luctuosas.

 Once años se cumplirán el próximo uno de noviembre de la tragedia del Madrid Arena, en la que tres niñas que hoy deberían rondar la treintena, fallecieron como consecuncia de las heridas ocasionadas por las avalanchas que en un concierto con exceso de aforo, se produjeron en la noche de Halloween, provocando aplastamientos de consecuencias mortales.

 Después de que se consumara la tragedia, llegaron las evaluaciones, las que ponían sobre el tapete deficiencias en la seguridad del recinto, falta de personal médico y de seguridad y exceso de aforo en un recinto atestado de chavales deseosos de disfrutar de la noche. 

 Errores y deficiencias que salieron a relucir en un juicio que condenó y sancionó por acción y omisión, sin que el fallo judicial pudiera hacer nada para paliar el vacío y sufrimiento por las pérdidas humanas.  

 Fallos, cosas que no se hicieron o se acometieron mal, que esperas que no se vuelvan a repetir; nada más lejos de la realidad.

 Hace apenas unos días nos levantamos otro domingo por la mañana con el corazón encogido por otra tragedia dantesca; el incendio en una sala de fiestas de Murcia, provocaba la muerte de al menos trece jóvenes, atrapados por el humo y las llamas en un recinto sobre el que pesaba una orden de cierre por incumpliento en la presentación de documentación técnica. 

 Tragedias que podrían haberse evitado. ¿De quién es la culpa?  

 A qué obedece esta desidia administrativa, esta falta de rigor a la hora de realizar las tareas de control, supervisión y, en caso de existir informe contrario, de cierre de aquellos espacios que no cumplan los requisitos para su utilización. Desgracia tras degracia, sólo nos queda lamentarnos e indignarnos cada vez que se conocen los detalles de cada caso. 

 Desidia que es sinónimo de mediocridad. Políticos negligentes, que no pierden tiempo en minucias aunque sean de su reponsabilidad; cadena contagiosa que sigue hasta abajo, con funcionarios que no hacen su trabajo o lo hacen mal; incumplimientos de protocolos, falta de recursos y de activos para proceder a precintos y ejecuciones de órdenes de cierre o de controles pertinentes. Qué caro sale no hacer nada o hacerlo muy mal, según en qué circunstancias y qué pocas consecuencias provoca después. Al arcón del olvido, como tantas otras veces.

 

https://sunsetcuarenta.blogspot.com/2012/11/madrid-arena.html

 

 

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