El despecho como fuente de ingresos. Desde que la vida privada es de dominio público es legítimo hacer dinero de las miserias. A fin de cuentas es un consumible, está en el mercado.
Impensable, tiempo atrás, cuando la privacidad no necesitaba de protecciones adicionales.
Material de usar y tirar; para qué zurzir si puedes estrenar; hasta los sentimientos son renovables. Game over, pon la maquinita de nuevo a cargar. Vidas infinitas porque no hay bagaje detrás.
Vida líquida que decía Bauman. Y tanto.
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