Otra compañera que nos deja, de hecho ya lo hizo hace unos días; hoy tan sólo ha pasado para saludar a los que no pudo ver el otro día, cuando tuvo que marcharse precipitadamente, pues demandaban su presencia en el centro escolar en donde va a impartir clases de secundaria, a partir de ahora.
Una más de una lista interminable de personas que han pasado por este centro en los últimos veinte años. Por cientos.
Siempre supe que esta era tierra de paso y, sin embargo me mantengo fiel a ella.
Hay decisiones que a veces cuesta entender, en qué momento plantas la tienda en un sitio y te acomodas sin dejar que cantos de sirena de fuera te distraigan o lleven por otra vereda.
Y eso que siempre pienso que no me jubilaré aquí, que antes o después obtendré un puesto en otra parte, más estimulante y mejor pagado.
Febrero de dos mil veintitres; apenas quedan unos meses para que vuelva al calendario el mes de septiembre; será entonces cuando la efeméride de los veinte años se haga efectiva con exactitud. Con eso y con todo, sigo de paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario