Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




jueves, 22 de septiembre de 2022

Salir a la fresca

 Salir a la calle, por la mañana muy temprano, tiene sus encantos. La calle huele diferente, el aire que corre es más limpio, como si las casas hicieran de muro de  contención de la gente que aún permanece encerrada en ellas, siendo eso un catalizador de aromas. Momento efímero. Poco a poco la ciudad cobrará más pulso y no tardará en cargarse el ambiente. 

También somos lo que olemos, por lo que nos hace sentir y evocar.

 Luego cada estación tiene su fragancia. Huele diferente cuando hace mucho frío, a como lo hacen las mañanas en verano. El frescor de primera hora, es seguramente el momento más sugerente del día. Solo por sentir ese olor tempranero, merecería la pena madrugar todos los días, especialmente de la estación más cálida.

 No en vano la expresión salir a la fresca resume bastante bien ese momento lúcido, evocador, y relajante. A veces dura tan sólo un momento, otras se expande, pero tanto el que se levanta por obligación como el que lo hace por gusto, todos experimentan una sensación similar.

 De hecho debería ser casí un objetivo a cumplir: revivir ese mismo instante, durante otros momentos en el día. Porque se puede disfrutar sin hacer nada, simplemente abriendo una ventana o saliendo a la calle, muy temprano. 

 Hedonismo de bajo coste.

   



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