Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 2 de febrero de 2021

Gota a gota

  Me decía el otro día Gilad, uno de mis compañeros de trabajo, que habíamos errado al elegir profesión. Todo esto venía a cuento de los efectos que había causado la gran nevada, dejando empantanada la ciudad y sus accesos, a lo que había que añadir los riesgos añadidos resultantes de los posibles desprendimientos, de cornisas y ramas de árboles, que una vez más han puesto de manifiesto lo enferma que está la población vegetal de esta ciudad. Por cuenta de todo eso, las tan temidas para los padres vacaciones de navidad de los críos, se han visto alargadas otros diez días más, al verse alterado el calendario escolar para dar tiempo a adecuar las instalaciones de los colegios.

 - Así que además de todas las vacaciones que tienen, además de eso, tampoco hay colegio, ni siquiera en aquellos centros donde las condiciones son buenas y podrían ir los chavales. Y otra semana más los tenemos a los dos (niños),  aquí. Si lo sé, me hago profesor...

 No podía más que reirme,aunque le diera la razón, desde la comodidad de mi casa vacía, espacio libre de ruidos infantiles. Según para qué y en que circunstancias, lo de la soledad es un tesoro no suficientemente valorado. 

 Me viene a la cabeza todo esto, porque estoy en casa a la espera de otra profesión no siempre valorada en su justa medida, pero que no conoce paro alguno; más bien al contrario, está llena de intrusismos de todo tipo, abonados al teléfono de 24 horas urgencias, para sacar unos buenos cuartos haciendo ñapas a domicilio.

 Porque cada gota cuenta, y todo lo que hagamos es poco para salvaguardar el tan preciado liquido que es el agua, tras apurar al máximo la vida de los grifos de la ducha de mi cuarto de baño, he llamado por fin al siempre solicitadísimo fontanero. Tanta afluencia de demandas de servicios tiene, que tienes poco menos que pintarle tu caso como una situación de catástrofe que roza el drama de portada, para que entonces acuda a tu encuentro, no precisamente raudo, porque nunca llega a la hora que te dice, (un fontanero que es puntual, no es fontanero), pero si al menos lo hace en el rango de las veinticuatro horas que tiene contemplados el día de tu cita. 

 Son duda otra profesión de la que acordarse cuando uno se frustre por la razón que sea y se acuerde de lo bien que podría estar si se dedicase a otra cosa. 

 Volveré a hablar con Gilad de sus hijos algún día, tema recurrente entre compañeros donde los haya, como si de algún modo nos echasen los padres a los que no lo somos, la culpa de su mala suerte por tomar una decisión que bien podría haber sido otra. Será entonces cuando aumente el catálogo conjunto de profesiones erradas y le sugiera sumar a la de profesor, la figura del profesional de la fontanería. Todo sea por lamentar nuestra mala suerte con la boca pequeña, ya que en el fondo somos afortunados por tener la suerte de tener ocupación remunerada. Otro bien tan preciado y a poner a buen recaudo como el agua.

1 comentario:

  1. Es fácil: se aprueba la carrera universitaria correspondiente, si procede se obtiene la "venia legendi", antiguamente el CAP, hoy en día el Máster en no se qué, y se entra en una bolsa como interino, o mejor aún, se aprueba la oposición pertinente.

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