Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 8 de junio de 2020

Golpéate el corazón

 Dicen que sus particulares referentes vitales, europea nacida y criada en Asia, por cuenta del cargo diplomático que desarrolló su padre, han sido la base sobre la cual se ha perfilado la especial sensibilidad que caracteriza a esta autora.

 En cualquier caso, otro elemento que distigue a esta escritora de otros creadores es la cuidadosa selección de sus temas, siempre cargados de vitalidad y emotividad, donde trata de dar voz a personajes en cualquier momento de sus vidas, incluída la etapa dentro del vientre materno, en plena condición de nasciturus, tal como ocurre en su famosa Metafísica de los tubos.

 En este nuevo trabajo, Golpéate el corazón, ( Ed. Anagrama), utiliza un verso del autor romántico francés Alfred de Musset, para construir esta historia protagonizada por mujeres, donde los celos incomprensibles que surgen en una madre, desde el instante en que se produce el alumbramiento de su primera hija, son la base de la historia.

 En lo que sin duda es un profundo trabajo de contenido psicológico donde se pone al descubierto lo más intimo que se esconde en la maternidad, cuya puesta al desnudo en la figura de Marie, sirve para desmitificar un momento en la vida de una mujer, que no necesariamente es motivo de alegría o consecucíon de un reto personal. La maternidad vista como un paso impresindible en la vida de una persona, pasa en este trabajo a ser una decisión, más que una obligación y un deseo que solo debe perseguir quien lo quiera y tenga claro.

 Con su habitual manejo de un lenguaje llano, sencillo, falto de recovecos ni figuras innecesarias, Amélie Nothomb, recrea esta historia donde el desarrollo y crecimiento de la hija Diane, vendrá marcado por el desafecto de la madre, huella de marcado significado en lo más intimo de su corazón, que le impedirá alcanzar la felicidad, ni ser una persona como las demás. De cómo el carácter de una persona se forma, más allá de los tres primeros años de existencia, y de cómo se construye una vida, creando círculos concéntricos entorno al problema de un desgarro afectivo desde la cuna, va esta historia, de la que es fácil extrapolar muescas que puedan acompañar al lector, que de manera inevitable no sólo simpatiza con la protagonista, sino que incluso acaba encontrando nexos o puntos de unión, esos sobre los que construimos nuestra realidad, marcada por las satisfacciones, pero también por fracasos y desafectos amororosos.

 Se lee en un suspiro, pero el poso que deja es para degustarlo a largo plazo. Da que pensar, conmueve, y obliga a hacerse preguntas. Casi diría que es lectura obligada para madres, o mujeres que pretendan serlo, y para hombres, que traten de entender la faceta de la maternidad en toda su esencia.





 


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