Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




jueves, 11 de junio de 2020

Ahí te quiero ver

 Señoras y señores, con todos ustedes, la presentadora más excitante de la televisión mundial...

 ...Y al pié de la escalera de peldaños y barandilla blanca con alfombra roja, esperaba el malogrado Enric Pous, siguiendo con los pies la melodía machacona que hacía la cobertura de entrada de Rosa María bajando cada semana la escalera de una manera diferente.

 Corría el año mil novecientos ochenta y cuatro, cuando esta actriz de raza y talento a raudales entró en los hogares de este país aún casposo y trasnochado, para quedarse en nuestros corazones para siempre. 

 Sentados junto a ella y al pobre Honorato, en los salones de unos hogares en los que ver la televisión después de la cena era un ritual obligatorio, de esa guisa,  transcurrieron tantas y tantas noches de carcajadas,  de infancia que ya despuntaban a adolescencia.

 Podría esta entrada destacar la filmografía, o las decenas de representaciones que sobre las tablas de un escenario de teatro hizo esta mujer, pero sería volver sobre todo lo que ya se dijo ayer, cuando en los rotativos saltó la noticia de su deceso. De su pérdida, todos se han hecho eco, admiradores e incluso detractores, los que la denostaron por ser valiente y posicionarse políticamente, algo que en este país nunca se ve con altura de miras,  enviándote a una trinchera de manera inexorable. Figura que produce un duelo unánime, no hay mejor epitafio posible.

 Ahí te querré ver siempre, Rosa. Gracias y buen viaje.

 https://www.youtube.com/watch?v=-rXWVwNC08U
 

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