Es una pérdida que deja vacío, cuando lo que desaparece es algo que ha pergeñado tu mente y que acaba por irse, de forma involuntaria en este caso.
Eliminando lo que parecía un borrador de otro texto, ha terminado por diluirse uno que ya estaba escrito, acabado y publicado.
Si es cierto que las cosas pasan por algo, entonces que ya no esté es porque así tenía que suceder. Ese juicio determinista que tanto impacto tiene, que a veces tanto miedo da, si se aplica esa misma norma a otras fecetas de la vida.
Este borrón sólo se refiere a una entrada, la escrita ayer, llamada vidas, la última del mes de febrero. En ella hablaba de diferentes tipos de vida, las realistas y las que se alimentan de ensoñaciones y de cómo todos de algún modo, vivimos a caballo entre las dos, sin que haya una regla precisa que establezca qué calado o dimensión tiene cada una de ellas.
Esta ha tenido una vida, sin duda, efímera, de tan sólo un día. Fue y ya no es. Ya no es más que una vida borrada. RIP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario