Sin duda, uno de los momentos importantes del año. La entrada del noveno mes. Septiembre huele a libros nuevos de enseñanza reglada y a material escolar, a plástico de fascículos que inundan los quioscos; a cloro de piscina, a ropa nueva de deporte para empezar a correr o ir al gym. Empieza un nuevo curso, para pequeños y grandes; tiempo de plantearse cosas, de apuntarse a otras. No sólo comienzan cosas en enero.
Que el trance final del año sea productivo, acumule actividad y retos. Es lo bueno de estas épocas del año. Siempre hay una oportunidad para ponerse con algo que se cree pendiente o atreverse con terrenos nunca explorados. Es la chispa de la vida, no perder nunca la ilusión por comenzar algo.
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