Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




miércoles, 20 de septiembre de 2023

Humor negro

 Ayer volví a quedar con David después de tres meses, que son los que han trancurrido desde que sufrió la hemorragia cerebral que casi le cuesta la vida, con tan sólo cuarenta y cuatro años. Aunque ya tenía referencias por su mujer, compañera de trabajo, no sabía en realidad lo que me iba a encontrar; cierto temor y ciertos nervios me acompañaban cuando iba de camino a su casa.

 Como era de esperar me abrió la puerta uno de sus hijos que tras darme un abrazo rápido y sin gana, salió disparado hacia la tele para seguir jugando con su consola; justo detrás apareció él.

 Sonriente, un poco más delgado pero con muy buen aspecto, me saludó efusívamente al tiempo que no paraba de gastarme bromas, comentarios que a su mujer le molestan por parecerle macabros y poco afortunados, pero que seguramente son una válvula de escape para él, para ayudarle a desdramatizar una situación tan grave. 

 - Ya ves, ni ando cojo de lado, ni me he quedado gaga y mira que pearcing más salao me han hecho en la cabeza, mientras me señalaba el lugar exacto donde fue intervenido para drenarle el coágulo de sangre que se le había generado  bajo el cráneo.

 Con semejante despliegue mis temores se fueron pronto al garete; feliz y aliviado seguimos hablando largo y tendido sobre el presente, desgraciadamente lleno de pruebas médicas, rehabilitación y fase de re-aprendizaje para recuperar las lagunas de memoria que el episodio le ha producido. Poco a poco va quemando etapas que concluirán con la reincorporación al trabajo a medio plazo, como eslabón final de una vuelta a la vida que pendió de un hilo en el quirófano del Hospital Ramón y Cajal.

 No es la primera persona que conozco que pasa por una experiencia traumática y cambia de actitud a raíz de ella. A fin de cuentas la vida entera es un proceso de aprendizaje y adaptación permanentes en la que es muy importante ser capaz de valorar lo importante y relativizar todo lo demás.

 Me fui de vuelta a casa contento, conciente de que me llevaba una valiosa lección, gracias a la entereza y forma de actuar de David. Que no nos pasen cosas tan duras, para darnos cuenta de ciertas cosas. La vida es demasiado corta. 

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