Gregarios

 Hay gente que tiene habilidades para tirar del carro, para conducirlo. En cambio otros son mejores empujándolo. 

 No todos valemos para todo. Por eso, cada vez que oigo aquello de que todos podemos ser jefes, no puedo hacer otra cosa más que reirme.La realidad es muy diferente y pone a cada uno en su sitio.

 Todo esto viene a cuenta de los comentarios que voy leyendo sobre el desenlace de la Vuelta Ciclista a España. Para beneficio del espéctaculo, se da la circunstacia de que tres corredores del mismo equipo, copan las primeras plazas de podio. Desconozco si hay algún precedente en otra prueba similar, pero si nada raro ocurre, los tres primeros clasificados el próximo domingo en Madrid, serán compañeros de equipo. 

 El ciclismo, ese deporte apestado y acusado de sucio y tramposo, por la enorme cantidad de casos de dopaje que registra, también es criticado por su falta de espontaneidad, por su excesivo tacticismo. Las órdenes de equipo, que se transmiten por radio-frecuencia, a través de los denominados pinganillos, eliminan las opciones de ver una carrera más natural, menos dirigida, en la que el resultado final la mayoría de las veces ofrece pocas sorpresas. 

 En esta ocasión dos gallitos y un corredor de equipo, denominado como gregario, han de dilucidar el vencedor con apenas un minuto de separación entre ellos. Curiosamente el más débil, el que está acostumbrado a trabajar para los otros, el que porta  el maillot rojo de lider de la competición, es el que parte con ventaja, con sólo cuatro etapas para terminar la prueba.

 Como decía anteriormente, muchos comentarios está generando la situación de carrera, especialmente por los ataques que está recibiendo el líder, por parte de sus propios compañeros, que día tras día están limando la diferencia y con ello, poniendo en entredicho su posible victoria. La actitud de éstos y del jefe de equipo está recibiendo severas críticas por muchos aficionados, que no entienden que no se proteja al hoy lider cuando éste siempre actua de gregario de lujo de aquellos, cuando lo necesitan.

 Creo que es un error criticar esto. Si no tiene piernas para seguir a los mejores no puede ser vencedor de la carrera, por muchos servicios prestados que recoja su hoja de servicios. Para liderar hay que valer y aguantar la presión. Que sea el asfalto quien dicte sentencia.