Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 1 de noviembre de 2021

Pandemia

 Lleva cerca de dos años en ciscurlación, desde que fuera publicado, durante el mismo mes de marzo de 2020, en medio del inicio de todo el tinglado.

Leerlo con casi año y medio de distancia, le da al texto una perspectiva interesante, una proyección que permite analizar muchos elementos de la crisis sanitaria en que nos hayamos aun inmersos.

 Hay en las páginas de Pandemia, de Slavok Zizek, (Nuevos cuadernos Anagrama), un canto desesperado, una especie de alerta a modo de S.O.S. lanzado en los peores días, llenos de incertidumbre, donde hasta la crisis de suministros más básicos, dejaba en el aire todo. Las dudas sobre el alcance real del virus, la satiración de las asistencias sanitarias, y la adopcion de medidas drásticas nunca antes vistas como la de confinar a la gente en sus casas, generaban un clima de pesadumbre, pesimismo y tristeza, mucha tristeza.

 En su afán de poner nombre a las cosas y de tratar de buscar soluciones, Zizek, apuesta por instalar una especie de comunismo de estado, motivado por las circunstancias, donde las tradicionales reglas de mercado queden suspendidas sine die, en aras de alcanzar un grado de colaboración necesario y decisivo para hacer frente a la crisis y sus consecuencias.

 Parte de ese ideario se ha puesto en marcha con la implementación de los ERTES que han permitido a muchas personas burlar las colas del paro, amortiguando en la medida de lo posible las consecuencias económicas del cambio forzado de hábitos, que como bien dice el autor, han desmontado a industrias como la turística, pero otras en cambio como la cesión de las vacunas a los estados para su distribucion masiva, sin contar con las compras necesarias a los laboratorios que las han elaborado, han ido por un camino muy distinto del que sugiere su autor, y es que las nuevas relaciones de solidaridad desde las que construir la nueva realidad, parecen haber tomado caminos muy diferentes.

  Seguro que si Zizek escribiera esta misma obra en estos momentos, manifestaría puntos de vista un tanto diferentes, aunque muy probablemente insistiera en el argumento de que algo tendremos que aprender de lo vivido estos meses. Sólo falta saber el qué, tan dados como somos a apuntarnos a lo de la memoria de pez.

  


 

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