Lucy

 Lucy está de enhorabuena. Desde su vitrina blindada en el Museo Nacional de  Etiopía en Adis Abeba, dónde departe con quienes tienen a bien visitarla e ir a verla, saluda con regocijo a los que han venido a sumarse al altar en el cielo, lleno de diamantes, en donde vive feliz, desde que en 1974, Donald Johanson la desenterrase de su anónimo túmulo funerario.

 Éstos no paran muy lejos de donde la encontraron a ella, en pleno desierto, aunque si son más jóvenes, apenas apuntan a los ciento cuarenta mil años, muy lejos de los más de tres millones con los que cuenta su osamenta arcaica. Pero no importa, aunque sean unos pipiolos de más al norte, los han encontrado en Israel, forman parte de esa suerte de hallazgos paleontologicos que despiertan infinidad de interrogantes a la comunidad científica y a la curiosidad lega.

 EL denominado Homo tipo Nesher Ramla tiene visos de convertirse en un nuevo eslabón en la evolución, aunque los entendidos hayan percibido en ellos rasgos de Homo y Neardenthal, generando, tal vez una población híbrida que bien podria datarse en el Pleistoceno medio.

 Otra pieza del rompecabezas más fascinante del mundo, el que intenta responder a la pregunta: ¿ De dónde venimos? Puzzle del que Lucy es la reina madre.

 Que la ciencia y sus investigadores nos deleiten con sus hallazgos, que a buen seguro que la chica de los ojos caleidoscópicos en dónde el sol brilla, disfrutará dando la bienvenida a los nuevos inquilinos en su Olimpo óseo y a los secretos que con ellos vengan.