Anda el patio movido, y conmovido. En la linea que se lleva ahora, de afrontar los temas sin raciocinio alguno. Espiral emocional que lo embarca todo, que limita al máximo la capidad de hacer política, con objetividad. Sentimentalismo de nuevo cuño ejecutivo.
La senda está trazada. Los afectados por el perdón, ya han manifestado a través del predicador Junqueras que aceptan implícitamente el indulto como forma de mitigar el dolor. Medida de gracia con vistas a sacar tajada. Tomada en medio de la campaña de vacunación, en aras de alargar la legislatura, Y que dentro de dieciocho meses volvamos a las urnas, con el virus controlado y la economía con mejores perspectivas. Forma de cumplir programas electorales con sordina. Y que escampe, ahora que las derechas tienen el viento de cola.
Basta por ver si le saldrá bien la jugada. A quien piensa que Sánchez tiene una flor en el culo, la misma que vela por él desde que le pusieran entre la espada y la pared, y le derrocaran por la fuerza, hasta que la militancia le devolvió a su sitio. Fue desfallecer para resucitar. Todo un fenómeno a estudiar.
En otras circunstancias cabría mojarse, pero con Sánchez, nunca se sabe. Más vida que un gato.
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