Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




miércoles, 19 de mayo de 2021

Marcha azul

 Hace cuarenta y seis años una turba inmensa, compuesta por personas de todas las edades, sin más arma que un Corán en la mano, o banderas flameantes al viento, cruzó a pié la tierra de nadie, apenas un puñado de kilometros desiertos, que servían de frontera entre Marruecos y el que entonces era denominado  Sáhara español, antesala de un campo de minas donde las tropas del ejército aguardaban atónitos para repeler un ataque sin armas de fuego perpetrado por civiles. Con el dictador moribundo y atenazados por el miedo a provocar una masacre que hiciese claudicar ante la opinión pública internacional el régimen franquista, las élites al mando acabaron capitulando y entregando la colonia que desde entonces gestiona el reino alauita con la oposición del Frente Polisario y la división de opiniones entre los Estados miembros de la ONU. Hoy con los mismos protagonistas,es Ceuta la invadida, no por tierra sino por mar, a través de la zona de playa conocida como el Tarajal, por un puñado de desamparados magrebíes, manipulados por el gobierno que controla  Mohamed VI, lanzados al ataque por miles, para armar bulla y confusión, como señal de protesta por la permanencia en territorio peninsular de un alto cargo del Polisario.

 No hay acción sin consecuencias. Tan rotundo como claro. De aquellos lodos han venido estos barros, y puede que sólo sea un anticipo de otras posibles acciones. Como Castro con la crisis de los balseros, a los que dejó de impedir que se arriesgaran a cruzar las aguas de llenas de peligros, ( corrientes y tiburones), para intentar llegar con embarcaciones muy precarias a las costas de Florida

 Hoy no es la frontera de España la que se vulnera, sino la de la Unión Europea, pero con eso y con todo, sigue siendo un problema de vecindad con el reino africano del sur, que no acepta ni el no reconocimiento de España de la cesión del territorio, ni la soberanía de las dos ciudades autónomas, bajo bandera española con lo que la cuerda nunca deja de estar tensada. Pasan los años, las generaciones, pero los conflictos permanencen. Herencias constantes que no se molestan ni en adaptarse a los nuevos  tiempos.

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