Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 4 de diciembre de 2020

Ruidos de sables

 Cada cierto tiempo se oyen rumores de tambores de guerra, ruidos de sables que retrotraen la memoria y el recuerdo a alguna noche de febrero que tuvo al país en un puño, hace más de cuarenta años.

 Puede que no sea más que una conversación de un chat privado, una de tantas charlas en las que se deja la imaginación a pasear, y donde se sueltan frustraciones sin cortapisas, empleando para ello palabras que por muy privada que sea la conversación, son mal sonantes.

 Que un servidor público, porque eso es lo que es un militar del ejército durante toda su vida, cuando estaba en el ejercicio de sus funciones, cuando pasa a la reserva, y cuando termina por estar retirado, diga sin pudor alguno que hay que fusilar a veintiseis millones de españoles, va mucho más allá de la intervención de la fiscalía en aras de buscar un posible delito de faltas, o quien sabe de qué más. Es un desprecio a la población civil, a toda la ciudadanía que no se merece el desprecio del que se supone que es un servidor público, por muy conservadoras que sean sus convicciones o por muy en desacuerdo que se esté con la forma de hacer politica en estos momentos. Es tan ruín y miserable que una posible condena se queda corta para enjuiciar tales comentarios y los pensamientos que hay detrás de ellos.

 No se merece el uniforme que un día llevara puesto, ni él ni los que piensan igual que él, así que no se me ocurre mejor condena que la expulsión inmediata del cuerpo, con carácter retroactivo, y con la retirada de cuantas posibles distinciones haya podido obtener en el pasado. Escoria así no merece mancillar el honor y el buen nombre de una institución que está para servir a la ciudadanía, no para fusilarla.

 

 

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