Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 25 de diciembre de 2020

El discurso del rey

  Parecía que tuviera la transcendencia del discurso de Jorge VI, el rey tartamudo que con la ayuda de su logopeda, dío a la nación uno de los discursos más transcendentales en la historia de Reino Unido. Anoche, a mesa puesta, y con los españolitos enclaustrados en sus casas en petit comité, otro sexto, Felipe, ofreció los entremeses de la cena de nochebuena con un discurso que, como siempre, no dejó más que críticas.

 Y es que quien flotaba en el ambiente no era el hijo sino el padre, cuyo torpe exilio está dando alas a demagogos y rupturistas de toda condición y pelo. El tan ansiado momento, aquel en que se mencionase de algún modo al rey emérito y, al menos, manifestase su disposición para colaborar con la justicia, en cuantos chanchullos y tejemanejes hayan quedado sin cerrar, quedó desierto, apenas mencionado de refilón con un sentido pero insustancial compromiso con la ética y el respeto a las instituciones, por encima de consideraciones familiares.

 Mucho le queda al rey titular para alcanzar el apoyo y aprecio de su pueblo, ese que un día se declaró abiertamiente juanancarlista sin ser monárquico por principios. Precisamente aquel que navegó entre dos aguas, la de prestar fidelidad a su padre o/y al dictador, y la de ser fiel al mandato popular antes que a los poderes fácticos del momento, aquel mismo que con su carisma y buen hacer se había ganado un lugar en los libros de historia y en los corazones de sus súbditos, y que ahora vive anegado en el fango del destierro y de su máquina de hacer billetes exentos de pagar impuestos, ese mismo es ahora el principal palo que puede hacer quebrar la rueda con la que descarrile el carro de su hijo.

 Feliz Navidad, y felip lapsus navideño, Felipe VI. Enero vendrá cargadito de paramales y diatribas hostiles. Otro bicho que tendrás que capear en medio de la pandemia.  

 


 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario