Dan las dos. A la carrera la calle. Has quedado en un rato. Tiene que enseñártelo, en tiempo récord. Luego tienes que volver a trabajar.Y llegas allí y te enseña el buga y.. oh, decepción. Nada era lo que parecía; ni el coche, ni el vendedor, un fullero aprendiz de comerciante.Y vuelta a la carrera y a casa a encerrarte delante de la pantallita, y de mala leche por haber perdido dos horas, para nada.
Y de vueltas a Wallapop. Y a seguir buscando.
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