jueves, 4 de agosto de 2022

Marcas

 Miras hacia abajo y ves manchas de pintura blanca, desparramadas por el suelo. Provienen de un cubo de pintura grande, de al menos veinte litros. Por la extensión, cubren el suelo de lado a lado, diríase que el mismo debía estar practicamente lleno. De la utilidad, al desperdicio.

 Osados, no les ha importado si había coches cerca, algunas gotas han ido a parar a las llantas de uno aparcado. Es pintura plástica, de fácil disolución con agua, tal vez raspando un poco. Qué habrá pensado el dueño cuando haya visto el improvisado adorno.

 Aprendices de artista. Vándalos callejeros que emplean de lienzo cualquier cosa que pillan a su paso. Huella que en condiciones normales sería efímera, ahora en tiempos tan secos, quién sabe. Arrebatos de improvisación, ajenos a los dictámenes. Creatividad salvaje, sin aros por los que pasar.


             

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