Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




miércoles, 11 de mayo de 2022

Camino Francés. 3° Etapa. PALAS DE REI- ARZUA. 28.5 Kms.

 Nada como improvisar e ir  evolucionando, día a día. Cada etapa es un mundo y la planificación a veces brilla por su ausencia. Hoy la idea era hacer  unos quince kilómetros y quedarnos en Melide, aprovechando que tenemos un día de margen hasta el domingo que volvamos a Madrid. Pensando siempre en José y en no forzarlo con excesos que puedan provocarle ampollas o dolores musculares, hemos tratado de aliviar el kilometraje de cada día, aunque hoy el cuerpo nos pedía ir más lejos y avanzar en la ruta.  Con la ayuda de Lidia y Marifé, hemos conseguido arrastrar a nuestro novato, en un día que ha acabado resultando duro y exigente.  

 Con un tiempo frío y nublado, acompañados de una riada de críos de varios colegios que hacen el camino con nosotros desde Sarria, el primer tramo más parecía una romería de tanta gente como nos hemos encontrado, llegando a vivir momentos  de tensión entre algunos niños y otros peregrinos, a los que no ha gustado que anduviesen gritando en grupos de más de veinte y con música de reguetón a todo trapo. Prudentes hemos aflojado la marcha, dejándoles pasar, teniendo así el paso franco hasta un Melide donde a las diez de la mañana nos hemos desayunado un pulpo a feira de chuparse los dedo con cervezas.  Ver para creer.

 Con José al fin convencido, hemos continuado la marcha por grupos, en una segunda tanda de corredoiras rompepiernas que nos han dejado más que baldados. Acompañado por Lidia, que además celebraba hoy su cumpleaños, metida de lleno en su papel de entrenadora personal, marcando un ritmo  un poco más fuerte de paso,  ha conseguido aproximarnos a los seis kilómetros a la hora. Ha sido un rato de charla tranquila, de reseñarnos vida y milagros, rodeados de eucaliptos y chopos, contándonos cosas que en otras condiciones no le dirías a una persona que acabas de conocer.  Es otra de las virtudes de ser peregrino circunstancial, la de crear vínculos en tiempo récord, en un contexto opuesto al de nuestro día a día. Tiempo para andar y para conectar, rodeados de paisajes verdes y bucólicos.

 A última hora se nos ha unido un nuevo inquilino al grupo. Pablo, un chaval valenciano aspirante a profesor de historia, con el que hemos hecho un último tramo que nos ha llevado al albergue de Ribadeso y a su riachuelo, donde mientras esperábamos a que llegarán los demás,  hemos aprovechado para descalzarnos y mojarnos los pies, con agua fría para aliviar unos pies hoy muy castigados.

 Tras casi treinta kilómetros hoy merecemos una celebración. Después el mini baño, hemos comido de menú, y reservado habitación en un hostal privado. Duchados y descansados, saldremos por la noche, sin horarios, a seguir celebrando el cumpleaños de Lidia y el logro de que hoy en Arzúa, durmamos a menos de cuarenta kilómetros del sepulcro de Santiago. Entramos en la recta final. Que no decaiga la fiesta.

  

 

2 comentarios:

  1. Holaa! Que bien escribes, encantada de haber compartido esta experiencia con vosotros ✨

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  2. Gran experiencia, de nuevo, Peregrino del camino y del arte de contarlo a través de estas reflexiones tintadas.Enhorabuena Domi.Isabel

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