Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




sábado, 14 de mayo de 2022

Camino de Santiago. Etapa 5. O Pedrouzo - Santiago. 19 Kms

 El día más esperado comenzó con la noticia menos deseada. En la víspera Flavia, nos confirmó que se acercaba a la farmacia del pueblo para buscar un test de Covid, ya que tenía algunos síntomas y malestar, y los peores presagios se confirmaron, dando positivo.

 Un ambiente raro se impuso en el grupo, como viene siendo habitual cada vez que uno de nosotros sabe que ha estado cerca o en contacto de un caso positivo. La tarde noche en O Pedrouzo fue fría, casi tanto como el aire que se levantó con las primeras sombras de la noche, con cada mochuelo en su olivo barruntando la situación. 

  Pero había que seguir, y aunque Flavia pretendía en un principio llegar a Santiago en taxi, al final se echó a los caminos, andando a distancia prudencial nuestra,  con su máscara de protección, siendo  la última integrante del furgón de cola del grupo de peregrinos que hemos forjado pieza a pieza, en estos días. Tanto Lidia- Superwoman como Marifé, los "Patxis" del Norte y de Murcia, los ciclistas del grupo reclutados a fuerza de Cerveza Peregrina, como Lidia- La Línea e Isabel ya estaban en Santiago cuando nosotros  hicimos acto de presencia por la Puerta del Peregrino, lugar de bienvenida de la ciudad del campo de estrellas a sus sacrificados visitantes. 

 Etapa anodina, sin grandes alharacas, con solo tramos de belleza y silencio por corredoiras que se esfumaron literalmente  al arribar a las pistas del aeropuerto de Lavacolla, antesala del Santiago industrial y de empresa que da la bienvenida al caminante por San Lázaro, vía Monte del Gozo; por cierto, ni sombra del lugar de encuentro  y bienvenida que pretendió ser una vez, con su capilla de San Marcos, cerrada a cal y canto. Tan triste que no merece mayor mención.

 Arrastrando los pies y con una manzana de tentempié hicimos la entrada triunfal hasta la plaza de Cervantes, nuestro tradicional punto final de refrigerio, donde una Estrella Galicia más hizo los honores antes de acceder al Obradoiro, con música de gaitas en San Martin Pinario que nos hicieron saltar las lágrimas de emoción. 

 Y tras las foto de rigor, individual y en grupo , a los pies de la imponente  fachada del segundo templo más famoso de la cristiandad, paso previo a la consecución de la Compostelana acreditativa, comenzaron las celebraciones de un hito que cada cual ha vivido a su manera y con sus razones de fondo, argumentos de peso como para afrontar estos días de caminatas, y retos físicos y mentales con uno mismo, días que ya formarán parte de nuestras vidas, para siempre. Últreia. 

 


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