Cartel de autopista que marca trescientos setenta y un kilómetros para llegar a destino. Y se hace bola; runrún de pasajeros que hacen transbordo del tren al autobús a fuerza de carestía de servicios ferroviarios, gentileza de RENFE y su huelga de maquinistas. Y todo por una hora de retraso al salir desde origen. Cosas del tráfico denso de la tarde, del primer día de la semana, para más inri.
Vaso medio lleno. Más vale tarde y bien que nunca. Que la paciencia nos acompañe, y Eduardo Mendoza y su Transbordo en Moscú, también. Bien amparados estamos, frente a las eternas horas de Sálvame, de mi vecina de asiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario