Y sólo quedan 25 kms para ver al Apóstol. Una noche más, con el cobijo del Convento del Carmen, dormimos en el Albergue de Peregrinos de Padrón , después de visitar el pedrón de la Iglesia de Santiago, gracias al cual nos han concedido la Pedronía y su certificado.
Vamos muy enteros, sin apenas secuelas físicas importantes, y sin grandes bagajes o dudas que acarrear como otras veces, en el fondo no es un camino mío, ni para mí. Acompañar a un buen amigo, ha sido el pretexto para dedicar estas jornadas de caminata a mi madre y Alicia, para ayudarles en sus respectivos padecimientos y dudas, que de un tiempo a esta parte las ensombrecen.
Por eso mañana será un gran día, y habrá que mojarlo como es debido, en buena armonía, con mi ecléctica compañía de esta vez, en la que hay que incluir a una perra, Lía.
Descanso de última noche de Peregrino. Mañana seré civil de nuevo, sin más galones que la alegría de haber completado los kms. previstos y haber llegado para pedir a Santiago por unas buenas causas. Quizá sea esta la forma más hermosa de creer, la que se ejerce por amor.
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