Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




martes, 9 de mayo de 2023

Penas

Leo que el Tribunal Supremo confirma la sentencia de treinta y cuatro años de cárcel para los asesinos del crimen de Badoo, la página de contactos que sirvió de cebo para que un empresario vasco concertara una cita que le costó la vida de una manera espantosa. 

 Lo que iba a ser un polvo antológico se convirtió en una cita trampa, pensada para perpetrar un secuestro acompañado de una agonía de varios días, tal y como han confirmado los  médicos forenses, en los que la víctima fue sometido a torturas varias antes de ser enterrado vivo. Atroz.

Sólo algo más de treinta años que quedarán en menos de la mitad con la asunción de los diferentes grados carcelarios. Esa es la condena.

 Los sistemas penales occidentales ponen por delante la obligación de buscar el modo de reinsertar al reo. Más allá de que queden dudas razonables de que semejantes monstruos puedan volver a mantener una actividad mínimamente civilizada, a tenor de la crueldad con la que segaron la vida de su víctima, reconozco que parto de una postura que piensa tan sólo en el alivio de los familiares y  en la restitución de la memoria del finado, en la medida de que eso sea posible.

 Contundencia. Que la proporcionalidad de las penas sea acorde al acto delincuente. En casos como este uno no puede menos que tener la sensanción de que sale muy barato cercenar la vida de otra persona. Demasiado. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario