De vez en cuando da uno con alguna emisión interesante o que llama la suficiente atención, como para prestarle un rato de tu tiempo. En uno de los denominados canales de la TDT, un empleado de granja se afanaba en quitarle una generosa mata de lana a un carnero que, tras mostrarse reticente en un primer momento, luego quedó quieto dejando trabajar al sujeto, que manejaba con maestría la maquina trasquiladora.
Por momentos, cuando se enfocaba la cara del animal, hasta parecía estar contento, mientras relajaba patas y cabeza, que antes permanecían inquietas y en guardia, atentas a cualquier posible peligro.
Mientras observaba la escena me preguntaba de donde vendrá la expresión, salir trasquilado, que desde luego, en nada se asemajaba a lo que estaba observando con el carnero.De dónde surgiría ese cariz negativo, no alcanzar lo que uno se plantea e incluso empeorar la situación, que es lo que viene a significar la expresión.
No me importaría salir trasquilado, si es como el carnero de la televisión, con cara de alivio, después de que le quitaran las varias capas de lana que seguramente convertían su existencia en un horno permanente. Vaya.
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