Tamames

 Recuerdo la única vez que vi en persona a Ramón Tamames; fue en el aula magna de la Facultad de Historia de la Universidad de Santiago, para asistir a una conferencia de economía. Después de haber estudiado alguno de sus publicaciones en las clases de Estructura económica, la posibilidad de oirle en persona, me apetecía.

 Con ese verbo fácil que siempre le ha caracterizado, salimos los asistentes encantados con las explicaciones sobre diversos temas, candentes en ese momento, allá por el año mil novecientos noventa y dos. La España de los fastos y los eventos internacionales, se aprestaba a continuar con su día a día, después de la resaca. De todos los sueños se despierta y no necesariamente bien.

 Después con los años le fuimos perdiendo la pista. De su disidencia de inicio que le llevara a la cárcel en el PCE, fue moderando sus posturas,  hasta llegar a oir los cantos de sirena de un crecido Adolfo Suárez, que le reclutó en el ochenta y nueve,  convencido de poder reconstruir el espacio electoral de la vieja UCD con el malogrado proyecto del CDS. Ingenuos. Este no es un país de centro. Quizá algún día me anime a comentar las razones por las que así pienso.

 Y ahora, de un modo sorprendente, en fechas que aún están por confirmar, volveremos a verle en el centro del debate político, encabezando y dando voz a la moción de censura de un partido que está en las antípodas de su ideario político. Esgrime razones de conciencia para encabezar la censura del actual ejecutivo, aunque, me temo, priman más las necesidades de hacerse notar en una figura académica e intelectual, que nunca ha llevado bien pasar al ostracismo.

 ¿ A dónde vas España? es uno de sus ensayos más conocidos, bien podría servir como colofón a estas líneas: ¿ A donde vas, Tamames?