Nada de repetir cursos, nada de recibir calificaciones numéricas. Objetivo no quedarse atrás.
Y ya está montada. Enésima reforma educativa, cambios por doquier. Visión a la carta según la vitola ideológica de quien gobierna.
País alérgico a consensos, ni en lo más esencial, si quiera, y luego echaremos las culpas a los que van a los hemiciclos. De tal palo, tal astilla. Fiel espejo de lo que somos. Y seremos, sólo hay que ver lo que vamos sembrando.
Involución constante. Cada generación es más ignorante que la anterior. Deficientes cotejados por las reválidas PISA. En picado, y sin frenos. No le importa esto a nadie, de verdad, por mucho que parezca lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario