Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




jueves, 7 de abril de 2022

Cumpleaños

 Miércoles tarde. Mahou en mano hablas del tráfico en la M30, de vísperas de Semana Santa.

 El salón de la casa que siempre te parece enorme, empequeñece por momentos, y eso que apenas somos nueve personas. Repartidos entre la mesa y el sofá, apuramos un aperitivo rápido e improvisado antes de marchar al restaurante. 

 A cinco minutos en coche, apenas lo que tarda en cruzarse un tunel, aparcamos los dos coches en que nos desplazamos, delante de un local decorado con colores chillones, que alerta de los peligros del aborto. Cosas que antes se defendían en corrillos y en privado, ahora son de dominio público. Polillas en el aire. Nada como quitarse complejos, 

 Mesa redonda, entrantes y bacalao de plato principal y vino de la tierra, como no podía ser de otro modo, que riega el homenaje. Tarta de chocolate y chupitos de licores variados ponen el fin de fiesta.

 Todos menos dos eran parte del clan, familia de la homenajeada, raices abulenses mezcladas con alguna ramificación lucense.

 Te sientes bien, muy cómodo; no te ves fuera del círculo, y eso que a la mitad de los convidados sólo los habías visto antes en fotos. Como la pieza de un puzzle, encajas en el contexto sin esfuerzos. Gente sencilla y encantadora. Es difícil no sentirte afortunado y agradecido.

 Regalaste un libro, pero en verdad el regalo te lo han hecho a tí. Gracias Obdulia por incluirme en tu séquito más reservado. Hay gestos que valen más que todas las palabras.

 

 

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