Palabras que son parte de una jerga, vocabulario popular de la calle, que pasa de boca en boca como la pólvora y pasan a formar parte del ideario colectivo.
Hay infinidad de ellas, pero hay una que me encanta por su expresividad y acierto a la hora de reflejar lo que hay detrás de ella. La palabra en cuestión es quesudo, y su ámbito de uso son las Islas Canarias.
Dícese quesudo a alguien que está excitado por cuestiones eróticas o simplemente sexuales. Probable herencia latinoamericana, de raíz venezolana, quesudo viene a ser sinónimo del tradicional salido.
Y al oírla uno piensa en una pizza llena de queso, con el mismo extendiéndose en tiras largas cuando se coge un trozo y está recien sacada del horno, con el queso tierno y derretido. Así es como suele estar uno, cuando le consume el apetito sexual y este parece manifestarse de un modo incontrolable.
Plasticidad llana y simple. Palabras que esconden una imagen después de escucharlas. Imposible no oírla y tener una visión en la cabeza. Qué mejor manera de expresar un estado tan institivo como incontrolable en la mente. Pasiones con tintes culinarios. Qué maridaje.
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