Parece que pintan bastos de nuevo, en vísperas del tramo final de noviembre, con sus compras de oferta y de la campaña de navidad, con sus fastos y excesos. Fechas señaladas que nadie imagina sin suministros.
Efecto dominó, especialmente si la convocatoria arranca el lunes próximo, como anuncian sus convocantes. A las tradicionales batidas de compra anticipada de todos los años, ahora puede que se unan las prisas por conseguir cuaquier cosa, ante el riesgo de que se agote. Oferta y demanda pura y dura.
Nadie parece darles valor en lo cotidiano, pero cuando paran son capaces de poner patas arriba un país entero. Pendientes de sus peticiones y de las contraprestaciones que la administración pondrá sobre la mesa para contrarrestar el paro. Vienen días de tensión y negociaciones, de oportunismo y juego entre bambalinas, de presión social y política. Un circo inmenso, cuyas ramificaciones a veces cuesta tener bajo control.
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