Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
Fuera de tiempo y de lógica.
Baño a veinte grados,
en noviembre.
Qué felicidad sentirse guiri.
Arrebatos que iluminan,
cargan baterías y levantan.
Alegría de improviso.
Pequeñas cosas que empujan.
Siempre al sur, siempre.
No hay mejor camino.
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