Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 21 de noviembre de 2022

Público

 Empezó el evento deportivo más esperado, inusual por las fechas, pero tan apasionado como de costumbre. Nada hay más adictivo que un mundial de fútbol, a juzgar por las audiencias televisivas que logra y seguimiento que por todos los medios se hace del mismo.

La controvertida sede de esta ocasión, el Emirato de Qatar, no restará ni un ápice de interés pese a los intentos de boicot que desde determinados medios se están haciendo. Derechos humanos usados a conveniencia y de manera hipócrita para desactivar un espectáculo que antes que deportivo es un negocio rotundo.

 Ayer se celebró el partido inaugural, del que llegan ecos curiosos, no del partido, ni del juego, o del hecho de que la selección anfitriona perdiera en casa. Lo llamativo del primer encuentro fue, al parecer,  observar cómo buena parte de la hinchada local, aprovechando el pitido arbitral que marcaba el descanso, se marchaba del recinto deportivo dando la espalda a su equipo. Según las crónicas, perdiendo por dos goles a cero y con una imagen seguramente no muy buena de juego.

 No son pocas las críticas que he leido y escuchado, afeando el comportamiento de los aficionados, algo que, con toda sinceridad, me deja perplejo. 

 El espectador es, además de eso, de ser alguien que observa, un juez; dictamina con su atención si aquello que se le ofrece le interesa o no. En esta ocasión ha mostrado su veredicto, condenatorio, marchándose en masa de un partido que no le estaba gustando.

 No hay mucho más que añadir, el que paga exige y si no se cumplen sus expectativas, sentencia.  Ni pasión, ni amor a los colores, ni entrega a la selección de tu país. Están en su derecho. Por mucho que choque y sorprenda.



 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario