Es una de las grandes novelas de referencia de principios del siglo XX, y seguramente junto El Gran Gatsby de Scott Fitzgerald, uno de los textos que mejor reflejen la realidad social de los Estados Unidos, en la década de los años veinte.
Escrita en mil novecientos veinticinco, Manhatttan Transfer, (Ed. Debolsillo), del escritor de Illinois de ascendencia portuguesa, Johnn Dos passos, es una novela de perdedores, de personajes corrientes, casi podría decirse que vulgares, algo que a diferencia de la que escribiese Scott Fotzgerald, llena de personajes dados a la gran vida, llenos de ínfulas y lujos. A lo largo de sus páginas desfilan toda una colmena de personajes, que malviven por las calles de Nueva York, con la mirada puesta en la Isla de Ellis, principal puerta de franqueo a la ciudad por inmigrantes de todo el mundo, si bien Dos Passos, también se hace eco de la otra emigración, la rural, que atestó las calles de la Gran Manzana, en los primeros años del siglo pasado.
Tanto por las descripción del entorno, donde se observa la construcción de los primeros rascacielos de la ciudad, algunos de los cuales aún siguen en pie y son elementos de culto para el neoyorkino, y de estudio en las escuelas de arquitectura, como por las actividades que desarrollan los personajes, individuos de poca monta, acostumbrados a vivir al día, sin dinero en el bolsillo y con dificultades para encontrar acomodo en ningún oficio. Con precisión casi milimetrica, Dos Passos construye un escenario sofocante de personajes que se atestan en poco espacio, que viven en permanente estado de angustia, y que con frecuencia se dejan arrastrar por las bajas pasiones, espcialmente las dadas al abuso del alcohol.
Esta novela aún siendo una construcción de ficción es una magnífica estampa de la realidad social e histórica de un país aún en fase de crecimiento, a quien el papel protagonista entre los vencedores de la Primera Guerra mundial, no le había permitido todavía conseguir unas pautas de bienestar y progreso que con tanto ahínco divulgaron a los cuatros vientos años más tarde con su famoso welfare state. El país de los años veinte es un país de desigualdades profundas, de calles llenas de gente sin oficio y beneficio, de personas sin presente que apenas si atisban el terrorífico futuro que se les avecina con la llegada del crack de mil novecientos veintinueve.
Es una novela, pero casi habría que recomendarla como lectura para aquellos que estén interesados en la historia del país de las barras y estrellas. Manhattan Transfer es un documento gráfico y vivo de la evolución de un país que con el paso de las décadas ha construído un proyecto de convivencia y desarrollo no exento de contradicciones y desigualdades, hechos que incluso hoy día siguen estando muy presentes en la realidad de los EE.UU.
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