Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




miércoles, 25 de enero de 2023

La bolsa y la vida

 -¿Qué coche tienes?

- Un Ford fiesta blanco, muy viejo, tiene ya más de quince años.

 Se hace el silencio, Al cabo de unos segundos, viene la respuesta, larga, aunque el mensaje que está escribiendo se corta y vuelve a comenzar, al menos dos veces más; es evidente que hay dudas en lo referente a qué responder.

 Por fin la pantalla muestra un comentario:

 - Bueno mientras te haga el servicio que necesitas... 

 Entonces, de manera espontánea, decido solventarle todas las dudas antes de que necesite preguntarme más: 

 - Mira, tengo cincuenta años, no me he casado nunca, no tengo hijos, ni perro, ni dinero en el banco; nunca me he comprado una casa, ni tengo intención de hacerlo alguna vez... 

 Espero respuesta, que después de un par de minutos no llega; decido no esperar más y remato: 

 - Bueno, ya sabes lo que hay, estás a tiempo de salir corriendo, si quieres... 

 Acompaño el último mensaje con el emoticono de la cara con la carcajada. Efectivamente, es el final de la conversación. El aplicarse el sin trampa ni cartón ha resultado efectivo una vez más como elemento de criba; No falla, como frase hecha queda muy bien, aquello de decir, no soy materialista, pero la realidad siempre es otra y los sueños de pareja, tienen mucho de material por más que se pretenda mostrar lo contrario.

 Dejo el smartphone en la mesilla y abro Montevideo, de Vila-Matas, conjunto de reflexiones personales y literarias que me tiene enganchado; pronto me enfrasco en su lectura y me olvido de la énesima promesa de candidata, cuya identidad, modo de conocerla, amigo que me la presentara y circunstancia en que le puse cara por primera vez, pasarán a modo borroso en apenas unas horas, puede ni que llegue a días. Trituradora de posibilidades que en algunos casos, ni llegan a serlo.

 

 

 

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