37 grados y un montón de huesos,
con algo de pellejo alrededor.
Temperatura dentro y fuera
que no deja indiferente,
que hace mella y desgasta.
En ebullición.
Antesala del frío,
que congelará
dentro de unas semanas,
seguramente no tantas.
Decisiones
si no se toman, te vuelven cobarde
si las decides, te llueven los piropos.
Del calor al frío,
pasando por el chaparrón;
lluvia de palos,
chuzos de punta
que caen por todos lados.
Es un asunto muy viejo,
con ese socio traidor,
dirán muchos.
Será el dictamen de siempre
el que ponga en su sitio
a cada cual.
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