Guindillas para el hocico por decir palabrotas.
Ni jarabe de cinturón, ni pantuflas en ristre, ni coscorrón en el colodrillo. A fuerza de limpiar la lengua, que sea la picazón corrosiva en el paladar, la que imponga penitencia. Remedios de botica para enmedar la conducta.
En estos tiempos de expiar conductas que se salen de la norma, casi toca hablar a escondidas de estos temas. No sea que un juez requerido a tal efecto, dicte sententicia.
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