Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 2 de diciembre de 2022

Milímetros

 Discusiones por unidades de medida ínfimas. Es, con mucho, lo que más me entusiasma del fútbol; más que las posibles jugadas, goles, filigranas, méritos o cualquier otra incidencia que ocurra dentro de un terreno de juego. Para mi los partidos donde se juegan de verdad es en las tabernas y en sus discusiones, ya sean en sentido figurado o literalmente.

 La de ayer no tenía desperdicio y venía a cuento de un balón que todo el mundo vio fuera menos el famoso VAR, ese que escrito con V da tanto juego en los sitios donde se escribe con B.

 No era para menos, la revisión de la jugada supuso que los adversarios, venidos desde la otra punta del mundo, se anotasen un tanto que, a la postre, les dio el juego, los puntos y la cabeza de la clasificación del grupo. 

Con la camisa que a duras penas le llegaba al cuello a algunos, los locales certificaron su pase a la siguiente eliminatoria. Tras las primeras impresiones de disgusto por el pobre juego ofrecido, (el otro día tras meter siete iban a ganar el mundial y ayer, tras perder contra los hijos del sol naciente no valían ni para apretar tuercas en una factoría), cambiaron las tornas y el centro de atención pasó a las cámaras y a su incómodo veredicto, por contrario a los intereses de los allí reunidos.

 Ni la más avanzada tecnología servirá de cortafuegos, para aplacar las iras de los aficionados que, cuando pierden, ven conspiraciones por todos lados. Antes porque erraba el ojo humano, ahora porque mira con exceso de celo la cámara lenta. Sin quejas no hay fútbol. Consuelo de tontos...


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario