Café Corona, así es como hemos bautizado a la pequeña video llamada que todas las mañanas, nos hacemos un nutrido grupo de compañeros de trabajo.
Empleamos herramientas que nos da la empresa para trabajar, tiramos de banda ancha o gastamos datos de internet, pero lo hacemos porque más allá de gastos o usos inapropiados, nos hace verdaderamente falta.
Y una vez que se establece la conexión da igual de qué se hable, lo único importante es verse las caras y poder echarnos unas risas, esas que afloran simplemente por poder vernos, sin más.
Para mañana nos hemos puesto de acuerdo para conectarnos todos tocados con algún gorro o sombrero, siempre haciendo de cada quedada virtual algo diferente. Y a ser posible tomando un buen café, que siempre sabe riquísimo cuando se toma en buena compañía.
Uno piensa, vaya gilipollez, pero no; la cosa tiene su miga, y desde luego su importancia, más si cabe en estos días donde el roce se echa en falta, ese calor humano que tanto nos molesta a veces. Por mucho que nos empecinemos en demostrarnos lo contrario, lo que peor se lleva no es tanto el confinamiento, o el no poder salir de casa o hacer cosas; en el fondo lo que echamos de menos es a la gente. Aunque algunos ahora se echen de más al tener que pasar muchos días debajo del mismo techo.Nos quedaremos sin salud, puede que sin trabajo, hasta sin pareja, pero que no nos falte el rece del otro; sin eso nos convertimos en un pobre sujeto a la deriva.
Estamos hechos para la convivencia, mal que les pese a algunos.No vamos a tener mejor prueba de ello que estos días de reclusión mayor por causa de pandemia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario