Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 17 de julio de 2017

El año del regreso




  El año del regreso es la primera novela publicada por el polifacético Francisco José Capitán, actor, dramaturgo y desde ahora novelista, bajo el sello de la Editorial Atlantis.

  Publicada en el formato de diario y en primera persona, narra las peripecias del autor, en su estancia de un año en Módena trabajando como enfermero de hospital.

 Esa es la primera gran característica que le otorga a la obra una sorprendente fuerza y singularidad; el modo narrativo escogido  por el autor, que cuenta como si de un simple diario se tratase, su día a día en la ciudad italiana. Carente de adornos, con un contundente estilo sencillo y directo, el lector acaba entrando, casi sin querer, en la vida y rutinas de un enfermero que busca una nueva experiencia vital, trasladándose a un país que aprecia y admira, pero del que no encuentra como residente las mismas virtudes que le ofrece como visitante o turista. Así, poco a poco, la trama va desarrollándose en los quehaceres diarios de un extranjero que busca mejorar su conocimiento de la lengua italiana, aprender a convivir con sus compañeros de piso, también enfermeros y extranjeros, procedentes de países balcánicos, y las relaciones profesionales en un centro hospitalario donde la convivencia con compañeros italianos no siempre cuenta con ayuda o aprecio.

 Ese estilo tan personal y directo, sumado a la brevedad de cada una de las historias, que aun conectadas en un hilo argumental evidente, pueden aislarse,  en cada uno de los días de este diario, le confieren al texto una carga emotiva poderosa, de la que es muy difícil aislarse. Así el lector acaba tomando partido en las opiniones vertidas en el diario, consiguiendo solidarizarse en algunos casos, con las ideas y sentimientos allí reflejados, o encontrando discrepancias en algunas otras, que más parecen reflejos de un calentón puntual que de una opinión razonada y prudente. Así esta es la narración de una vida con sus altibajos, con sus momentos de alegría y de zozobra, siempre sazonados por las constantes lecturas en italiano de Pablo Neruda, de la que nos da cumplida cuenta el protagonista.

 Protagonista del que no conocemos su nombre, aunque todos sabemos de quién se trata; al ser este texto una obra esencialmente autobiográfica, aprovecha su historia vital de huida de Madrid a Módena, consecuencia de un desengaño amoroso, como una oportunidad de poner sobre la mesa su principal pasión, la literatura. Así el año del regreso, es un repaso magnífico de toda la obra teatral de Dario Fo, así como de otros artistas italianos como Luigi Di Filippo, Nani Moretti o Roberto Benigni. Su continuo trasiego por salas de cine, teatro y filmotecas en Módena o Milán, ( destacando el Piccolo Teatro, tantas veces resaltado por la figura de Fo),  convierten a esta obra en una auténtica memoria literaria donde se enumeran un buen número de obras, que se han convertido con los años por mérito propio en referentes de la cultura italiana contemporánea.

 La trama culmina con la conclusión del contrato de trabajo que vincula a nuestro protagonista con el hospital; a partir de aquí comienza a velar armas antes de comenzar su nueva singladura vital, camino de Londres, dejando al lector con ganas de más, ansioso de saber que nuevos caminos tomará un personaje, cuya delicada salud visual, largamente mencionada en muchas entradas del diario, no le supone obstáculo alguno para continuar bregando en su camino, decidido, que siendo como es una huida, no deja de ser una ruta necesaria para conseguir el regreso que todo ser humano busca hacer en su vida hacia terreno confiable. Aquel que le permita encontrarse, sea cual sea la tierra que tenga bajo los pies. Esta novela se convierte así en un testimonio de búsqueda permanente, donde la solución no está fuera sino dentro de uno mismo.

  Francisco J. Capitán, irrumpe con fuerza en el mundo de la novela, después de llevar tiempo en el de la dramaturgia, escribiendo e interpretando. Confiemos en que su faceta dramática, no le reste tiempo ni oportunidades de volver a la novela, donde su porvenir es más que prometedor. 


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