Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 30 de mayo de 2014

A la expectativa

Entrada breve la de hoy; casi va en el titulo la intención del mensaje que de la misma se desprende. No habría más que comentar a tenor del revuelo que han generado los resultados electorales del pasado domingo veinticinco de mayo. Como estaba previsto votó poca gente, más pendientes de comentar la resaca del evento deportivo del día previo que de acercarse a los colegios electorales para ejercer el derecho al voto.

 Han corrido ríos de tinta tanto a nivel local como foráneo a cuenta de los sorprendentes resultados que algunos partidos han alcanzado. Especialmente notorios son los obtenidos en Francia por el Frente Nacional  que ha acaparado una cuarta parte del total de sufragios emitidos.  Malos tiempos corren para la vieja Europa,  cuando partidos que apuestan por destruirla, consiguen nutrirse del desencanto generalizado para obtener ingentes cantidades de votos.

 Aquí en casa la sorpresa la ha dado el experimento internauta de Podemos, cuyas proyecciones han sido sobrepasadas ampliamente. La baja participación, así como el haber movilizado a buena parte del voto frustrado del 15M han dado como resultado unas cifras magnificas, especialmente en la capital, Madrid, donde han llegado a erigirse en la tercera fuerza política. Queda mucho camino por andar y no se puede ni debe sacar la conclusión de que un nuevo horizonte se está creando con la irrupción de esta fuerza política, aún así no debe caer en saco roto, ni por el volumen de sufragios conseguidos, ni por la capacidad de reclutamiento que tiene, infinita a tenor de que depende de las posibilidades de una red como Internet, en la que parece campar a sus anchas sin oposición alguna.

 Los próximos meses se antojan necesariamente capitales, de vital importancia. No ya tanto por comprobar si esos resultados tienen cotejo en sucesivas convocatorias electorales, como por el hecho de significar hasta qué punto lideres y gerifaltes europeos han tomado nota del mensaje que han lazado las urnas, que no es otro que este: absoluto hartazgo, necesidad de cambios.

 Doctores tiene la iglesia, solía decirse antaño. Hogaño solo nos queda encomendarnos a los que deciden en las altas esferas; que sean ellos los que diriman, dictaminen y ejecuten cuantas decisiones crean necesarias para encauzar a una opinión pública que cada vez les es más esquiva. En sus manos está moderar las respuestas de un electorado que se está lanzando en manos de partidos que mantienen discursos rupturistas con lo ya establecido. Son y serán inaceptables todos aquellos análisis que pretendan echar la culpa de lo que sucede a unos electores que pocas esperanzas y motivaciones de cambio encuentran en una clase dirigente, azotada por la corrupción y cada vez más ausente y preocupada por cuadrar cifras y asegurar balances. La Europa de las personas y no la de los indicadores macroeconómicos así lo reivindica.

  Estaremos pues, pendientes de lo que suceda. Estaremos a la expectativa. 


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