Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 7 de diciembre de 2018

La izquierda es la libertad

  Fue una agradable sorpresa descubrir echando un vistazo a la sección de libros de sociología y política de La Casa del libro, este trabajo de Andrés Torres Moral La izquierda es la libertad,  con un título tan sugerente y un contenido tan actual, máxime si lo descubres y lo lees en vísperas de que acontecieran las últimas elecciones andaluzas.

 Torres Mora fue profesor mío en la Facultad de Ciencias Políticas de la asignatura Estructura Social, de tercer año de carrera, cuando los años eran naturales y no se dividían en cuatrimestres como ahora y había que pasar en las aulas al menos un lustro, y no los cuatro años que permiten ahora graduarse a los universitarios.

 Es curioso que leyendo las páginas de este pequeño ensayo, mientras pasaba una página detrás de otra me viniera a la cabeza la imagen de Torres Mora encima del estrado al lado de la pizarra, con ese tono de voz calmo y suave que en nada hacía presagiar al militante aguerrido que lleva más de cuarenta años de militancia en el PSOE

 Curiosidad y sorpresa, si, como cuando le vi por primera vez sentado en su escaño del hemiciclo como diputado por su Málaga natal, y más aún cuando alcanzó la notoriedad que le supuso ser jefe de gabinete de un Rodríguez Zapatero, aupado en volandas por los acontecimientos en sus mejores años del talante, durante la primera de sus legislaturas. Nadie hubiera dicho que un hombre con ese aire de bonachón y despistado tuviera tantas caras y tanta notoriedad,con esa humildad que le caracterizaba cuando fue mi profesor y que no le ha supuesto un obstáculo para hacer carrera, 

 Torres Mora dsesglosa este pequeño ensayo en el que pronto el lector descubre lo suelto que se muestra el autor, al tratar el tema de la izquierda como ideología desde una perspectiva sociológica. Así el libro trata de definir la izquierda en función de sus militantes, de sus principios y de sus maneras de actuar, mostrados en diferentes tablas estadísticas extraídas la mayor parte de las veces de estudios demoscópicos ya realizados por entes como el CIS.

 A dos conclusiones singulares llega Torres Mora en estas páginas, a cual más chocante, seguramente para muchos: Que no todos los que dicen ser de izquierdas lo son, a juzgar por sus opiniones y actitudes,  y que de entre todas las izquierdas solo es digna de esa significación aquella que busca además de la igual , la libertad.

 Si, la libertad, ese viejo paradigma del liberalismo que tan pronto y bien emparentó con las ideologías más conservadoras, especialmente en lo referente a lo económico, es reclamada por Torres Mora como bagaje y patrimonio de la izquierda, aquella que busca que cada cual pueda hacer lo que quiera sin dar explicaciones a nadie. Un repaso a leyes tan significativas de la era Zapatero como la Ley de igual de género o la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, son dos de los ejemplos que pone el autor como muestras de que una izquierda que busca solo la igualdad poco o nada hace por defender los derechos de todos, muy especialmente de los más favorecidos.

 Por momentos parece coquetear con ideas que van más allá de la socialismo moderado, de la que se muestra furibundo defensor, dejando a las claras que la actual socialdemocracia si en algo falla es en la poca capacidad de saber vender cuantos logros han alcanzado las sociedades modernas gracias a las izquierdas más moderadas. Critica duramente la demagogia y el populismo de los que denomina como rojos, aquellos que buscan más la militancia que el confort, la congruencia con unas ideas que la consecución de logros que puedan ser compartidos. De un modo u otro Torres Mora termina repartiendo en este libro reproches por ambos flancos, dejando ver que solo las opciones moderadas son las que terminan alcanzado logros.

  No hace falta ser muy avispado para comprobar que el sociólogo y el militante socialista cabalgan conjuntamente por estas páginas. Sin embargo merece destacar el enorme grado de autocrítica que demuestra consigo mismo y los suyos, justificando las mayorías de la derecha, más como falta de quien ha perdido que por defecto de quien no les vota.

 Así es Torres Mora, conciliador, militante y empedernido lector de Borges. La lectura de este libro después de la caída de su partido en Andalucía, tal vez fuera una buena influencia para orientar los criterios de renovación que necesitan los suyos después de tamaño descalabro.






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