Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




miércoles, 14 de enero de 2015

Un apunte sobre las libertades

 Era en parte de esperar, pero aún con todo, no deja de ser, al menos para el que os escribe estas lineas, un motivo de satisfacción comprobar como en apenas unos minutos la tirada de la revista satírica Charlie Hebdo ha literalmente volado de los quioscos franceses. Ante la demanda de ejemplares y en previsión de que nadie hiciese negocio ante semejante demanda, solo se ha vendido un ejemplar por individuo, lo cual no será obstáculo para que puedan encontrarse ya en internet ejemplares a la venta, ya sea por el sistema de pujas, o simplemente a precios cerrados, seguramente disparatados.

 Llámese morbo, ganas de hacer negocio como mencionaba antes, curiosidad por ver los contenidos que sin duda referirán una nada sutil respuesta a tan necio ataque a la libertad de expresión, necesidad de tener en las manos el nuevo ejemplar de una revista que se ha rehecho del durísimo golpe sufrido la semana pasada y  que ha dejado a la publicación huérfana de su carismático director y a Francia, sin el talento de cuatro de sus más brillantes caricaturistas... Sea cual sea la razón que ha movido a unos y a otros a acercarse a los quioscos, es motivo de celebración comprobar como ha reaccionado la ciudadanía a la que no se ha atemorizado a tiros enarbolando causas transcendentes y espirituales.

 Sin duda la editorial propietaria tiene motivos para estar contenta a tenor de los grandes beneficios que va a conseguir su revista a raíz de lo acaecido. Charlie Hebdo ha dejado de ser una publicación semi desconocida para la inmensa mayoría de la aldea global para convertirse en uno de los grandes exponentes de la libertad como derecho. Eso le confiere una excelente salud en el presente y un inmejorable futuro, al tiempo que le obliga a mantener altas unas expectativas en su linea editorial para no decepcionar ni dejar indiferente a quienes la compren, que buscaran en sus contenidos referencias en linea con el rechazo a las imposiciones venidas de fuera, de arriba o abajo y a las intransigencias de aquellos que no son capaces de convivir con otros puntos de vista, otras opiniones, u otros planteamientos religiosos. De ahora en adelante y para siempre, Charlie Hebdo será sinónimo de libertad y como tal debe cuidarse y expandirse, porque la libertad es de ese tipo de cosas de las uno debe contagiarse cuanto antes, y una vez contagiado, expandirla hasta el máximo de las posibilidades, porque todo en la vida evoluciona y nada permanece estático y para siempre.

 Libertad. En el país que la incluye como lema y principio ( Liberté, égalité, fraternité), como canto que la define desde los tiempos de la Revolución Francesa, no para de recibir homenajes y prebendas; como si fuera un animal malherido que requiere cuidados y atenciones al que se le presta toda suerte de mimos hasta que quede plenamente restablecido. Pero en este caso, todos sabemos que esa plena recuperación nunca será posible, porque antes o después habrá quien de un modo a veces obvio,  a veces sutil, acometa algún tipo de iniciativa que vuelva a poner en entredicho la esencia de lo que representa. Y a veces el enemigo no habremos de buscarlo fuera. Algunos aprovechando la ola de confusión, pánico e indignación que a partes iguales corre por nuestras mentes, pretenden modificar leyes internas amparándose en causas de seguridad nacional. Cuidado. Seguridad que conlleva control en exceso, ni es segura ni respeta libertad alguna. De entre todas las virtudes que un colectivo se otorga en el momento en que llega por convención a acuerdos de convivencia, la libertad es con diferencia el más complejo de perfilar y definir. Establecer lineas rojas irrebasables es siempre un objetivo necesario pero no por ello menos difícil de obtener. Solo a través de un contrato de ciudadanía activo y vigilante podrá mantenerse incólume el sustrato de libertad sobre el que cualquier grupo debe erigirse, al menos siempre que pretenda considerarse un colectivo democrático. Parafraseando las apreciaciones del Alcalde de Roterdam, aquel que no se sienta cómodo con la libertad, que sea honesto consigo mismo y se vaya con la música a otra parte. Algo parecido debería decirse de determinados dirigentes que con sus iniciativas poco o nada hacen en favor de la causa libertaria.

 En alerta. Contra los extremistas y los radicales, frente a los paternalistas y excesivamente protectores. Somos mayoría los que creemos que a diferencia de lo que pensaba Hobbes, no es necesario entregar el poder absoluto a un hombre o Estado para alcanzar un marco de seguridad razonable. Queremos vivir en paz sin dejar de ser libres. Que el miedo no defina las políticas que han de orientarnos en el futuro.Ni las conductas indivuales tampoco.

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