Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 3 de enero de 2014

Siempre nos quedará Panamá.

 Aleluya. La más famosa de todas las primas, aquella que viene martilleando los oídos y castigándonos los ojos a medida que leemos cosas sobre ella, ha decidido darnos uno pequeño respiro; empieza a ser una prima amiga,, cada vez menos ausente del riesgo al que se asocia y con que nos fue presentada en sociedad. Esa pariente hostil, en franco retroceso por ahora, ha venido acompañada de un importante aumento de contratos indefinidos y de un significativo número de altas en la Seguridad Social;  aquella que de un tiempo a esta parte, cada vez es menos segura y nada social, parece que, por fin, tiene a bien congraciarse con sus adscritos, que no solo la sustentan, sino que le sirven de apoyo para sufraguar gastos que antes nadie se cuestionaba y ahora vemos impertérritos como se van ajustando a marchas forzadas, no sin polémicas agrias.

 El año ha empezado al galope, asentado en cifras que ilusionan y que pretenden transmitir optimismo, aunque sea por razones obvias y visto lo visto, comedido. Por muchas secesiones que quieran sacar a colación desde la  antigua tierra de la Marca Hispánica, ( que no Marca España), y a pesar de los desajustes que la chapucera  interpretación de la ley que hacen algunos, ha dejado en la gente, indignada al ver suelto a tanto indeseable de golpe, el ambiente que se palpa en la calle es, al menos, un poco más relajado. Las inevitables fiestas navideñas con sus excesos, han puesto de su parte para mantener esa tendencia.

 Ahora que se acerca la Epifanía en forma de regalos, los reyes magos parecen haberse dejado por el camino el carbón con que vienen obsequiandonos desde dos mil ocho, para traernos algunos presentes que ayudan a distender y alegrar el ambiente; pero en medio de tanto buen rollito, nos han llegado noticias desde el Canal que vuelven a indicarnos que no todo lo que reluce es oro y que la tan cacareada Marca España, puede sufrir un nuevo revés al ver como una de sus empresas insignia cae estrepitosamente en el campo de las obras de infraestructura colosales que de un tiempo a esta parte vienen decorando el mosaico de la grandes inversiones a nivel mundial. Y esta vez no esta en entredicho la adjudicacion de un tramo ferroviario por un desgraciadísimo accidente, está en juego la seriedad y el rigor en el trabajo de los que vivimos y pensamos en español a esta lado de los mares. La crisis va mucho más allá de un simple desajuste técnico y la prueba de ello es la llamada de ambos embajadores por parte de las autoridades del pais centro americano, ( español e italiano, representantes de las empresas que configuran la UTE que  realiza la obra en Panamá).

   El asunto adquiere tintes solemnes, hasta el punto de obligar a los gobiernos a activarse sobre la marcha, organizando las vías de entendimiento necesarias para reflotar el proyecto. Así sea. En medio de nuestra pequeña burbuja de alegría han venido las obras del Canal a recordarnos el periodo de dificultades que atravesamos. No hay lugar para la relajación. Siempre nos quedará Panamá para recordárnoslo.



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