Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 13 de julio de 2012

Regeneración más que rescate

 Apenas si han transcurrido venticuatro horas del que posiblemente ha sido uno de los debates más tensos vividos en la democracia española. El pleno convocado ayer en el Congreso de los Diputados, tenía por objeto comunicar las nuevas medidas de ajuste presupuestario derivadas del rescate bancario procedente de la Unión Europea.

  La subida de impuestos, así como el recorte en prestaciones de todo tipo, dan a las medidas debatidas ayer un calado de consecuencias impresionantes. La sensación de hartazgo y desasosiego aumenta por momentos. La calle parece retomar el  protagonismo de otras veces y  un sin fin de convocatorias y actos se promueven desde diferentes frentes para reivindicar posturas hostiles  a las medidas de ajuste y ahorro. Prueba inmejorable de ello, las múltiples actividades protagonizadas por un sector, el minero, que una vez más ha organizado barricadas para defender sus puestos de trabajo y modo de vida.

 Vivimos momentos convulsos, sumidos en una marea inquietante atizada por los mercados que no dan respiro a las maltrechas arcas públicas, ya de por si magras por la falta de cotizantes y de recaudaciones por vía de impuestos indirectos. A la par son cada vez  mayores las restricciones de servicios cuya titularidad pública parece estar en entredicho. La sensación de zozobra, de no tener opción de influir en nuestro día a día, multiplica esa sensación de penuria e inquietud.

 Mucho podría hablarse de todo lo que dio de sí el debate de ayer, ( hoy refrendado con las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros); sin embargo dos son las escenas que han quedado prendadas en la retina del colectivo: los aplausos al presidente del gobierno al terminar su disertación ( han molestado por su tono festivo, después de anunciar medidas de esfuerzo y sacrificio), y las palabras poco agraciadas de una diputada de la bancada popular, soltando un exabrupto en medio de una discusión acalorada;  hay quien opina no iban dirigidas al adversario, sino a los propios parados; para más inri, la apelada es hija de un ex-cargo del partido en Castellón procesado por corrupción y famoso por sus excesos en el gasto y sus excentricidades de todo tipo.

 Rescate. Es la palabra del momento. Está en boca de todos. Lleva tiempo estando ahí. Unos porque lo esperaban y están a la expectativa viendo qué pasara a partir de ahora; otros temiéndolo, tal vez porque consideren que rebaja la confianza en el país. Era una posibilidad, ahora ya no lo es: está aquí. Rescate.

¿Qué es lo que se rescata? Aparentemente el sector bancario, cuyas más que dudosas prácticas e inversiones arriesgadas han traído como consecuencia comprometer los beneficios y resultados. El resultado de todo ello es harto conocido: disminución de beneficios, pérdida de liquidez, restricciones al crédito... Quizá algún día alguien se atreva a contabilizar cuantos puestos de trabajo han desaparecido como consecuencia de esta mala praxis. 

  Hay ya algún banquero que ha considerado oportuno pedir disculpas. Llegan muy tarde a tenor de lo visto. Sean pese a todo bien recibidas y ojalá sean el inicio de un nuevo modo de proceder. Podrán los fondos europeos inyectar toda la liquidez que quieran a los bancos patrios y de paso sustentar las cuentas públicas junto a las medidas de ahorro proyectadas; el tiempo dirá si son suficientes o no, si hubo o si se pudo hacer algo más. Lo que no podrán esos fondos es cambiar los modelos de conducta, ni los valores a través de los cuales nos movemos. 

  Estaría bien replantearse las cosas y además de rescatar, regenerar las formas de actuar. Habría que pensar si ese gallinero en que se ha convertido el parlamento, más parecido a las gradas de un recinto deportivo que a un hemiciclo donde exponer y debatir ideas, no es más que fiel reflejo de cómo somos y de lo que somos. Y tal vez sería oportuno interrogarse por el modo de proceder de unos banqueros que no han dudado en hacer cualquier cosa por ganar dinero, sin plantearse si aquello que se hacían era lo adecuado o no. ¿ Son solo culpables o son, además, exponentes de un modo de pensar y actuar propio de cualquiera de nosotros?

 Hay mucho que rescatar estos días. También que regenerar. Cuanto antes nos pongamos a la tarea antes vadearemos una crisis que además de golpear los bolsillos, también debería golpear las conciencias.
 

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