Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




lunes, 22 de abril de 2019

La muerte del Comendador, Libro 2

  Dejar a medias una historia como esta a tres bandas, donde un pintor que busca reencontrarse a si mismo, una adolescente  y un misterioso y hombre de negocios solitario, comparten como punto de partida su residencia, una despoblada y boscosa zona del norte de Japón, requería que uno se pusiera en marcha cuanto antes, en la tarea de continuar la lectura para terminar de deglutir una historia como esta, que al final termina por comerte a ti.


 Es sin duda esta última entrega de Murakami su trabajo más íntimo, más personal si se quiere, donde el escritor psicólogo que siempre ha aflorado en los textos de este escritor, aparece en toda su extensión, armando una trama donde diferentes planos de realidad se superponen, donde personajes de carne y hueso charlan y conviven con personajes de ficción, y donde lo más profundo del ser humano aflora en cada una de las acciones que constituyen la trama.


 Es como si Murakami buscase con esta novela una especie de huida hacia el subconsciente humano, allí donde cohabitan todas nuestras fortalezas y miserias, de las que no somos conscientes en muchos casos, y que de un modo u otro acaban afectando decisivamente a nuestras decisiones, que es tanto como decir a nuestras propias vidas, siempre sometidas a la tensión de vivir en el alhambre, de tener que elegir entre unas opciones u otras.

 La vida entera está sujeta a un coste de oportunidad, aquel que nos lleva a decirnos por unas cosas, dejando en el tintero la posibilidad de haber optado por otras, creando con ello necesariamente la constante situación de vivir en dos realidades superpuestas, una real, la de nuestras decisiones vitales y otra que es pura Ucronía, aquella que divaga en qué podría haber sido nuestra existencia si hubiésemos optado por otro camino diferente del que se ha andado.


 Murakami lleva en este caso a su personaje principal por esa tesitura, obligando al pintor a cuestionar cada una de las decisiones que ha tomado y que le han llevado a irse a vivir en mitad del bosque, en la casa de un afamado pintor que languidece en una residencia semi inconciente, buscando la manera de irse de este mundo en paz, y cuyo camino necesitará de la acción de un tercero, sin la cual no podrá expirar.


 Con esa maestría habitual que le permite enlazar historias, personajes y vivencias de cada cual, Murakami arma una historia que es un canto a la humanidad, a reconocer la importancia del error, a la necesidad de darse otra oportunidad, a sentir que uno no deambula por la vida en solitario sino que forma parte de un todo del que están conectados otras personas, porque ellas también forman parte de él. Con todo Se construye esta historia, llena de símbolos y metáforas que invitan a la reflexión y a perder el miedo a vivir. 




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