Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 18 de mayo de 2012

Ponerse las pilas

      En estos días se ha conmemorado el primer aniversario del movimiento de protesta 15 de Mayo (15M). Como era de esperar, un sin fin de actos, convocatorias, actividades y todo tipo de muestras de apoyo y rechazo, según fuera el caso, se han producido a raíz de los acontecimientos acaecidos el mismo día quince y en días previos y posteriores. Amplia ha sido la cobertura en los medios para hacerse eco de las implicaciones y capacidad de influencia del mayor movimiento asociativo jamás registrado en la aún joven democracia española.

      Dada la envergadura del fenómeno, muchos son los prismas desde los que se puede visualizar el movimiento en sí, pero de entre todos ellos, llama poderosamente la atención el análisis aparecido en un artículo del diario El País, el día 14 de mayo, ( véase sección de tecnología en la hemeroteca del diario), en referencia al papel que han jugado los dispositivos móviles en los actos convocados de protesta. Aunque el artículo decae a medida que se avanza en su lectura al perderse en toda una retahíla de anuncios de los distintos tipos de baterías y soluciones que los diferentes distribuidores tratan de lanzar al mercado para corregir este inconveniente, (la sofisticación y recursos de los aparatos repercuten negativamente en la duración de la batería), resulta interesante su lectura por hacer referencia a la frustración que en los usuarios de estos aparatos genera su escasa autonomía e independencia. Un smartphone no solo un teléfono; es un instrumento de transmisión de información (cuando se realiza una concentración por ejemplo), y permite,  además, registrar con sus cámaras en formato vídeo o fotografía los distintos momentos acontecidos en cada acto o manifestación. Permite divulgarlo a través de las redes sociales, dando a cada evento una cobertura impredecible al ser imposible determinar a cuanta gente puede llegar. Se mire por donde se mire, es impresionante.


      Resulta ciertamente casi paradójico que aparatos de un coste elevado sirvan de apoyo a gente con recursos limitados para tener el mayor grado de publicitación. Un bien de lujo da cobertura a gente en riesgo de exclusión. Paradójico porque, aunque los operadores hayan subvencionado los terminales, las tarifas de internet y de datos no están subvencionadas.

      Dicen los activistas y simpatizantes  que se trata de un movimiento que no solo trata de protestar contra la situación actual; trata de cambiar el mundo. Desde un punto de vista ecológico hay algo que no cambia, va muy en la linea del estilo de vida actual: la factura y consumo eléctricos suben, aunque luego lo compensemos con apagones simbólicos para concienciarnos de que hay que ahorrar.

     Paradojas y contradicciones. Que sería de la condición humanas sin ellas.

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